miércoles, 22 de agosto de 2007

En África, los tambores de bata eran los tambores del Rey y solamente eran tocados para ellos. En Cuba hasta las últimas décadas el Aña se tocaba solamente para presentación de los nuevos iniciados (Iyawo) a la comunidad y a los tambores. Bembe y güiro (shekeres) se usaban para el resto de las ceremonias. Hoy los tambores de bata se tocan con mas frecuencia y por una amplia variedad de razones (tales como un cumpleaños de Santo o para agradecer a un Orisha).

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Changó

Changó: Oricha mayor. Dios del fuego, el rayo, el trueno, la guerra, los tambores batá, el baile, la música y la belleza viril. Patrón de los guerreros y las tempestades. Posee el mayor número de virtudes e imperfecciones humanas: trabajador, valiente, buen amigo, adivino y curandero; pero también mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es el más apuesto de los orichas. Le pertenecen el viernes y todos los días 4. En los collares que lo representan, alternan los colores blanco y rojo (símbolo del amor y de la sangre). Sus bailes son guerreros o eróticos: en los primeros, blande el hacha; en los segundos, trata de acentuar su prepotencia y emplea las más crudas evocaciones sexuales. Protege de las quemaduras y el suicidio por fuego. Sus hijos espirituales son voluntariosos, enérgicos, inteligentes, altivos, conscientes de su valor, amantes de las fiestas y libertinos. La sincretización de Changó con Santa Bárbara no resulta sorprendente si se recuerda que este oricha, en cierta ocasión, se tuvo que disfrazar de mujer (Oyá). Esta casa-templo-santuario es también una buena muestra del sincretismo existente entre la Santería y la Religión Católica. Allí conviven orichas y santos en franca y palpable armonía. He aquí un ejemplo de ello: en la parte alta, Santa Bárbara (Changó); abajo, Obbatalá (Virgen de las Mercedes). Babalú Ayé: Oricha mayor y santo muy venerado. Dueño de las plagas y enfermedades venéreas, de la viruela, la lepra y, en general, de las afecciones de la piel. Padre del mundo, hijo de Naná Burukú. Se estima que nació directamente de Obbatalá. Su color es el morado obispo. En sus danzas se imitan los movimientos de un hombre enfermo, de manos agarrotadas y movimientos doloridos. Se sincretiza con San Lázaro. Inlé: Dios de la pesca y de la medicina. Se le identifica como San Rafael. Obba: Oricha esposa de Changó. Representa la fidelidad conyugal. Equivale a Santa Rita y a Santa Catalina.

Yemayá

Quién es Yemaya?

Yemaya es la madre de todos los hijos en la tierra y representa al útero en cualquier especie como fuente de la vida, la fertilidad y la maternidad. Iyá Omo Aiyé. Yemaya es un Osha y está en el grupo de los Oshas de cabecera. En la naturaleza está simbolizada por las olas del mar, por lo que su baile se asemeja el movimiento de las mismas.
Yemaya es la Orisha del río Oggùn que corre por Òyó y Abeokutá, en el territorio Nupe, luego se traslado a territorio Tapa, en Abeokutá, Ibadán y Shaki. Representa la intelectualidad, la sapiencia y los caracteres cambiantes como el mar.Yemaya cuando castiga es inflexible, es adivina por excelencia, le robó el okpele a Orula y este luego le entregó los caracoles (diloggún). Ella es dueña de las aguas y el mar, fuente de toda la vida. Reina de Abeokutá. Su nombre proviene del Yorùbá Yemòjá (Yeyé: madre – Omo: hijo - Eyá: Peces) literalmente madre de los peces. Se dice que todos somos hijos de ella, por que por 9 meses nadamos como peces en la placenta de nuestra madre. Come siempre junto a Shango, excepto Yemaya Okute que come con Oggun.Se recibe como Orisha tutelar y en el Sodo Orisha sus Omo no reciben Oyá. Antes de asentarla se realiza como mínimo con 7 días de antelación una ceremonia en el mar y sus Otá son 7 oscuras o negras y se recogen allí.En el sincretismo se compara con la Virgen de Regla (7 de Septiembre). Su número es el 7 y sus múltiplos. Su color es el azul y sus tonalidades. Se saluda ¡Omío Yemaya Omoloddé! ¡Yemaya Ataramawa!